La cooperación al desarrollo en la prevención de conflictos puede jugar un papel relevante en la construcción de la paz pero, también pude ocupar un papel en el mantenimiento o recrudecimiento de los mismos.
Desde finales de los años 90 en la práctica de la cooperación al desarrollo se están incorporando nuevas teorías provenientes del ámbito de la investigación para la paz. Estas teorías, agrupadas bajo el nombre genérico de sensibilidad al conflicto o de perspectiva de construcción de paz, se basan en que los proyectos de cooperación o de acción humanitaria desarrollados en contextos de tensión o conflicto armado deben tener en cuenta ciertas especificidades que no son necesarias tener en cuenta en tiempos o zonas no en conflicto.
Mientras algunas organizaciones de desarrollo proponen una adhesión estricta a los principios del Derecho Humanitario Internacional, que exige la neutralidad de las organizaciones humanitarias, otras destacan la necesidad de ampliar el precepto humanitario hacia un entendimiento más político de la asistencia humanitaria y del desarrollo.
De las acciones humanitarias y protectoras se pasa al reto de la prevención de conflictos y de la construcción de la paz, donde las organizaciones tienen el deber de denunciar y enfrentar las causas estructurales de los conflictos.
Si partimos del hecho de que las acciones de cooperación al desarrollo y humanitarias no son acciones neutrales sino acciones que asumen un papel en medio del conflicto, y, que en muchas ocasiones terminan haciendo repercusión del mismo o incluso generando más conflictos a los ya existentes, la cooperación con países en tensión o conflicto armado debe adoptar un enfoque y metodología.
La cooperación al desarrollo y la ayuda humanitaria deben permitir y fomentar un desarrollo pacífico y libre de violencia y, como requerimiento mínimo, evitar agravar las tensiones y la violencia.
De estas relaciones entre acciones de cooperación al desarrollo y zonas en conflicto se puede concluir que:
Definiciones de “construcción de paz”
Se entiende por construcción de paz aquellas acciones encaminadas a crear condiciones para avanzar hacia la paz en una sociedad marcada por un conflicto armado o tensión, sin embargo, existen diferentes definiciones del término, básicamente tres:
La sensibilidad al conflicto es una forma de planificar y evaluar los proyectos de intervención internacional que se llevan a cabo en contextos de tensión o de conflicto armado.
Las funciones de la sensibilidad al conflictos son analizar el contexto de paz y conflicto, comprender y anticipar la interacción entre la propia intervención y el contexto, y evitar los impactos negativos y maximizar los impactos positivos de las acciones emprendidas.
La sensibilidad al conflicto parte de la observación de que cualquier proyecto de cooperación internacional que se desarrolle en contexto de conflicto armado tiene repercusiones en tal contexto.
Se ha observado cómo, independientemente de que el proyecto sea exitoso o fallido en sus objetivos de desarrollo o de acción humanitaria, éste puede tener impactos constructivos o destructivos en el marco de conflicto en el que se lleva a cabo. Esto justifica, por tanto, que cualquier proyecto de cooperación internacional implementado deba tener una sensibilidad específica por el hecho de llevarse a cabo en un contexto de conflicto.