Cuando intentamos definir cuáles son las funciones del monitor de ocio y tiempo libre y qué formación necesita, surgen multitud de interrogantes debido en parte a la gran heterogeneidad de las actividades y ámbitos de actuación que les son propias. A partir de las funciones que desempeña definimos el monitor como un dinamizador de grupos que realiza sus funciones primero en un contexto grupal y después social.
– Conocer el ambiente, entorno y grupo en el que desarrolla su acción. Realización de un “análisis de la realidad”. Detección de necesidades. Actuar como canal receptivo de demandas.
– Elaboración de proyectos y presupuestos. Diseño de programaciones. Trabajo sobre metodología a seguir. Diseño y ejecución de evaluaciones.
– Conocer y poner en práctica recursos (materiales, técnicos o personales) que impliquen la consecución de objetivos.
– Facilitar las relaciones interpersonales, potenciar la comunicación y crear un clima positivo en el grupo.
– Estimular la creatividad y la autogestión del grupo.
– Ofrecer seguridad y transmitir optimismo. Propiciar el disfrute y un ambiente distendido y amable.
Para ser un buen monitor de ocio y tiempo libre debemos Conocer a los participantes, Saber qué pretendemos (objetivos), Estar motivados e ilusionados y Tener características personales adecuadas.
Un monitor de tiempo libre es también un animador, y éste a su vez es un educador. Desde el punto de vista del educador, habría que ampliar las funciones básicas del monitor de ocio y tiempo libre, por lo que también tendría que centrarse en:
Una de las consecuencias directas o indirectas de las funciones del monitor de tiempo libre es la contribución al desarrollo sociocultural de la comunidad. Este objetivo tan amplio, viene precedido por una serie de consideraciones que se han de tener en cuenta: